top of page

Armario intuitivo, consciente y flexible


Hace unos días leí un artículo de la Coach de salud Nuria Roura titulado "Cena intuitiva, consciente y flexible" y rápidamente me hizo pensar en mi estilo. ¿Podría aplicar estos mismos conceptos a mi armario y mi relación con la ropa?

A Nuria la descubrí por casualidad, y desde entonces soy fiel seguidora de su web. Propone una alimentación saludable más allá de las etiquetas, y nos anima a comer sin culpa, remordimientos ni ansiedad. Vivir nuestra relación con la comida desde el amor.

Toda mi vida he sido una mujer delgada, y por difícil que sea de creer, ello también puede suponer una fuente de ansiedad e inconformidad. Sé que la mayoría piensa que ser delgado es algo muy positivo dentro de la sociedad en la que vivimos, es básicamente el modelo de referencia conducente al éxito social, y por ende, al éxito en cualquier esfera de la vida. El eslogan de belleza más vendido en nuestro tiempo es, sin duda alguna, el de la delgadez. Es sinónimo de felicidad, pero esto no se acerca ni remotamente a la realidad.

He pasado épocas en las que he estado más o menos delgada en función de mi trabajo y condición anímica. Y en el momento en que adelgazo me llegan comentarios de todas partes. Lamentablemente, hay voces que se me quedan grabadas en la mente: "¿Estás enferma?, ¿qué te ocurre?, ¡estás en los huesos!, tienes que comer más".

Estas palabras un día me condujeron a una obsesión por engordar, y empecé a alimentarme de manera nada acertada con el fin de conseguir subir de peso y contentar a todo el mundo. Comencé a comer desde la ansiedad y estaba verdaderamente preocupada porque no lograba mi objetivo. Hasta que conocí (buscando información en la red) la filosofía de Nuria Roura, y me adentré en un mundo que desconocía por completo.

Probé algunas de sus recetas e inmediatamente mi mente cambió. Poco a poco me fui percatando de que me estaba cuidando desde el amor a mi misma, sin imposiciones, respetando mi cuerpo tal y como era, y la ansiedad se esfumó. Dejó de importarme tanto unos kilos arriba unos kilos abajo, porque mi foco estaba en mi autocuidado, en sentirme bien conmigo misma, no pretendiendo que los demás formaran parte de mi juicio estético.

Y tras muchas lecturas, ensayos, errores y reflexiones, me encuentro actualmente en un punto en el que cada día procuro cuidarme de forma intuitiva, consciente y flexible, aceptando mi delgadez y abandonando la ansiedad.

Y si estas tres palabras sustentaban mi relación con el cuerpo y la alimentación, ¿podrían también estar actuando como brújula de lo que persigo con mi armario?

Lo traduje a prácticas habituales relacionadas con la indumentaria y me di cuenta de que podría consistir en escoger nuestras prendas desde el amor; vestirnos cada mañana desde el amor a nosotros mismos y a nuestro cuerpo, en lugar de hacerlo desde el miedo, la frustración o la ansiedad.

Olvidarse de los "deberías" y centrarse en nuestras necesidades reales, no dejarse atrapar por las imposiciones de la moda y dejar que nuestra intuición nos guíe en el aprendizaje de combinar las piezas de forma que nos sintamos bien, seguros y felices. En definitiva: disfrutar vistiéndonos, y ser flexibles para con nosotros.

¡Qué interesante!, ¿verdad? Jamás se me hubiera ocurrido emplear estas 3 palabras, pero es un buen punto de partida. Pensaré en ello con más detenimiento. Y para ti, ¿cómo sería un armario de estas características?

XXX

bottom of page